viernes, 21 de agosto de 2015

Un punto final.

Alguien me enseñó una vez que llorar estaba bien. Que era la mejor manera de quitarse un peso de encima, te limpiaba por dentro, te purificaba.
Sin embargo estaba bien en ocasiones pero no podemos tirarnos toda la vida llorando la ausencia de algo o de alguien. En mi caso era por alguien. Solo fue esa noche, quizás por el efecto que causó en mi tanto alcohol. Ya que estuve llorando por cuatro horas interminables. Pero a partir de ese momento ya no lo hice mas. Me prohibí hacerlo, llorar por alguien que no me merecía me hacía sentir estúpida. Gracias a esa persona que estuvo conmigo toda esa noche, días anteriores, posteriores y que hoy día sigue ahí. Un poco lejos  para mi gusto, pero no hay distancia que pueda con nosotros.
Un punto final a un gran capitulo de mi vida. 
Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario