- ¿Qué haces aquí?
- Tengo algo que decirte.
- Creo que lo que me tengas que decir ahora, no va a servir para nada.
- Tal vez para ti no, pero para mi si.
- A ver, ¿que es lo que tienes que decirme?
- Quiero darte las gracias, se que ha pasado mucho tiempo y que han ocurrido muchas cosas desde que nos separamos. Pero he comprendido que debía darte las gracias.
- ¿Por que? Yo no he echo nada para que me tengas que dar las gracias.
- Claro que si. Aunque hayamos acabado tal mal, he sido muy feliz contigo y me has enseñado muchas cosas y creo que debí de haberte dado las gracias hace mucho tiempo.
- No entiendo nada.
- Y no hace falta que lo entiendas.
- Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos.
- Si.
- ¿Por que hemos acabado así?
- No lo se, pero ahora no deberías de estar pensando en eso.
- Pienso en ello cada día.
- Y yo también, pero no hay marcha atrás. Quiero que seas feliz y yo también quiero serlo.
- Yo también quiero que lo seas.
- ¿Te olvidaras de mi algún día?
- Jamás.
La chica sonrió, cada uno se dio la
vuelta y empezó a caminar con rumbos distintos. Cuando estaba al
final de la calle la chica tenia la necesidad de darse media vuelta y
mirar. Y cuando lo hizo se dio cuenta de que el estaba mirándola
desde el otro extremo. Sonrieron.
- Yo tampoco. - Él se dio media vuelta y se marcho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario